Un estudio realizado en CABA advierte sobre las condiciones propicias para el crecimiento de este tipo de créditos, sus ventajas y desventajas.
Los créditos UVA vienen siendo la novedad en materia de créditos hipotecarios en nuestro país. Atados a la inflación, operan a través de un mecanismo denominado “Unidad de Valor Adquisitivo” (de allí su mote, UVA). Desde su aparición y promoción se ha abierto el terreno a cuantiosos debates acerca de su mayor o menor conveniencia.
Lo que no deja dudas es su éxito inicial. Desde su lanzamiento a mediados de 2016 hasta octubre de 2017 el valor total otorgado a este tipo de créditos supera los 35 mil millones de pesos.
Para comprender el terreno fértil sobre el cual ingresan en escena, hay que tener en cuenta que la composición de hogares propietarios viene disminuyendo exponencialmente desde hace más de una década. La Encuesta Anual de Hogares de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, señala que el porcentaje de inquilinos en la Capital crece sostenidamente desde el año 2001, pasando de un 22% aquel año, a un 35% en 2015. Este incremento, a su vez, se da en el contexto de un mercado inmobiliario que, desregulado, aumenta el precio de los alquileres en paralelo a la inflación.
Es por ello que muchas personas se sintieron atraídas por las cuotas iniciales que ofrecen los UVA, relativamente más bajas al valor de los alquileres.
A partir del relevamiento de opinión pública llevado a cabo por las consultoras Intervalar y EPyCA durante los primeros días de octubre en la Ciudad de Buenos Aires se indagó, entre otras cuestiones, acerca de los deseos de mudarse de los residentes de la Ciudad. Allí se observa en primera instancia cómo la intención de mudarse crece exponencialmente en aquellos no-propietarios respecto a quienes son dueños de su vivienda. Esta expectativa de mudanza alcanza los dos tercios entre los primeros, vislumbrando el carácter altamente transicional de la situación habitacional de los inquilinos. Lo que explica que cualquier medida que proponga una salida posible a esta situación, tendrá un alto impacto.
La misma tendencia se vislumbra al indagar sobre la información que los habitantes tienen sobre las políticas de crédito. En los no-propietarios observamos como aumenta el interés sobre las mismas. Así, un 23,7% de estos señalan que no conoce políticas crediticias pero estaría interesado en obtener información. Mientras que entre los propietarios solo el 11,4% asegura eso.
Persisten interrogantes acerca de la sustentabilidad de los préstamos Hipotecarios indexados por UVA. Es por esto que el informe conjunto realizado por Intervalar y EPyCA se propone indagar más a fondo cuales son los pro, las contras, y los requisitos para acceder a ellos, así como sus riesgos al contraerlos; haciendo foco en la situación habitacional de la ciudad, y en qué piensan los porteños acerca de la misma.